Algunas teorías de antropología sexual dicen, que al ser humano, se le empezó a caer el vello del cuerpo por una imperiosa necesidad de contacto con sus congéneres. Esta intimidad existía porque producía placer, emoción y sentimientos. No tenía una única intencionalidad sexual, no buscaban una función reproductiva ni se basaba en un instinto. Esto es el Erotismo, un apartado totalmente social y exclusivo de la especie humana.
Yo creo, y no es ningún secreto, que nuestro aprendizaje cultural nos ha hecho que hombres y mujeres tengamos diferentes ideas del erotismo. Mientras que las chicas nos hemos hecho cosquillas, hemos buscado la intimidad de un contexto o preferimos la emoción en una conversación, los chicos han tenido una represión socialmente más castigadora. La consecuencia: la globalidad en la sexualidad femenina versus la expresividad genital masculina.
El erotismo es un comportamiento consciente y voluntario del placer intenso producido por estímulos físicos o psicológicos. Connota y denota a todo lo relacionado con la sexualidad y no simplemente con el acto sexual físico. Me encanta que esta idea nos abra un mundo de posibilidades, de pequeños detalles, de distintos escenarios, roces, miradas, silencios y muchas risas. Por que bajo mi opinión, ahí está la base de un erotismo estimulante. Conocerse.
Tras darse cuenta de la eficacia del erotismo, el ser humano ha utilizado este concepto tanto en las películas para crear una máxima atención del espectador, como también, de reclamo publicitario en los productos a vender. Es indudable que hacer al televidente un participante voyeur sin culpa ni castigo, tiene sus beneficios. El medio audiovisual es un gran proyector de esta idea.
Un magnifico ejemplo de la utilización del erotismo:
Un beso.
40 días y 40 noches de Michael Lehmann. (Se ve muy mal pero espero que cojáis la idea).
Macht Point de Woody Allen